Hace unos cuantos años... tras mi primer Camino... Jose, mi hijo(por entonces con 10 años), se emocionó con hacerlo conmigo en algún momento. Tanto insistió a su madre que finalmente accedió. Y tenemos un papel firmado por ambos con el permiso concedido para cuando tuvera 15 años... lo cual será en la primavera del 2013.
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| Dejando de lado la falta de ortografía... esta es la autorización. |
Aún queda mucho... lo se... pero el verano vuelve a remover por dentro, siempre, las ganas de repetir. Y este año quizá más ya que hay una compañera de trabajo recorriéndolo en este momento y otro que lo va a realizar en poco más de un mes. Y ahí estamos... con ganas de montar las alforjas en las bicis y ponernos a pedalear.
Y como aún queda mucho hasta el próximo verano... tenemos tiempo de ir cogiendo la forma física suficiente para que el recorrido no suponga un sufrimiento excesivo, sino un disfrute, de manera que desde ya intentaremos ir haciendo rutillas largas mi hijo y yo para acostumbrar el cuerpo a ello. Y yo, particularmente, ver hasta que nivel de sufrimiento me puede llevar un corcel de 15 años con energía interna a raudales para dar y tomar.
